DIBUJOS DE NUESTROS GUÍAS 

Además de licenciado en Filología inglesa, Sergio es un médium  muy especial, que dibuja el rostro del espíritu guía que nos protege y nos da el mensaje que recibe. Sorprendentemente, la mayoría de las personas identifican a algún familiar o amigo fallecido, que se presenta tal como aparece en alguna fotografía.

Siendo muy joven tuvo premoniciones sobre un accidente aéreo. Por desgracia, una semana después tuvo lugar el accidente. Este hecho le hizo plantearse muchas preguntas para las que no tenía respuestas. ¿Por qué sabía que iba a pasar algo? ¿De dónde llegaba esa información? Y sobre todo ¿De qué valía tener información de lo que iba a ocurrir si no podía hacer nada por evitarlo?.

Empezó a trabajar como profesor de inglés, pero siempre interesado en todo lo espiritual y esotérico. En 1993 contacta con distintas tradiciones norteamericanas, andinas y mexicanas, y  se traslada a vivir  a México.

Allí, las tradiciones indígenas  le enseñaron que vivimos en un mundo vivo, que los árboles, las montañas, el viento, la Tierra, el Universo entero son seres vivos con los que uno puede comunicarse. De repente veía el mundo con otros ojos. Pero el gran cambio en su vida llegó en 1995, cuando conoció a la famosa médium británica Joyce Morgan y su Centro Serendipity de Málaga. Desde el primer día sintió una gran admiración por su trabajo y decidíó quedarse como traductor ayudando a Joyce en su Centro.

Compartía con ella todas sus experiencias en el mundo esotérico y espiritual. y lo primero que la médium  le dijo fue que él también podía transmitir mensajes y que podía hacerlo directamente. ¿Pero cómo?

La ocasión llegó  durante un congreso. Mientras traducía a Joyce empezó a visualizar imágenes y mensajes dirigidos a las personas que estaban pasando consulta con la médium en ese momento.

Con gran sorpresa pudo comprobar que estas personas confirmaban los mensajes que  recibía. Joyce tenía razón, podía recibir mensajes directamente. Volvía a tener una nueva visión del mundo. Ya no solamente podía  contactar con los seres  de la naturaleza, también podía ponerse en contacto con nuestros guías espirituales y recibir toda su ayuda y amor.

En su estancia en el Centro Serendipity comprendió el alcance de la labor que se  realizaba y pensó en dejar constancia  de todo ese trabajo. Así nació el libro “Joyce Morgan, el Milagro de los Rostros”.

Durante tiempo acompañó a Joyce a distintas ciudades y congresos como traductor y transmitiendo mensajes.

Después del fallecimiento de la medium, empezó a sentir su presencia y sus mensajes, en los que le pedía que  siguiera haciendo su trabajo, los retratos de los guías espirituales. Las dudas y el miedo le tuvieron paralizado un tiempo.  Una y otra vez se preguntaba ¿cómo iba a ser capaz de hacer los retratos si no sabía dibujar?

Tardó en tomar la decisión, hasta que se dio cuenta que el espíritu de Joyce es quien le guiaba en esta labor.

Joyce es ese regalo maravilloso que el Espíritu le puso en su camino para recordarle  que la vida es algo que merece la pena vivirse intensamente, con amor, con alegría, con fe, con entrega, con cariño y comprensión.