Carl Jung fue un conocido psiquiatra y psicólogo suizo que transitó caminos poco explorados para llegar al centro mismo de la mente humana. Integró pasado y presente para poder entender mejor los mecanismos que influyen en nuestra psicología y cómo abordar e iluminar los aspectos más oscuros de nuestro pensar.
En su devenir como psiquiatra, aunque en una fase inicial coincidió con Freud y compartió parte de sus teorías, poco a poco fue creando una visión única fruto de su experiencia y sus viajes por todo el mundo. Integró en ella aspectos tan dispares como alquimia, religión, simbología, sueños y mitos de culturas primitivas y ancestrales.
La conexión profunda en todo
Según
Carl Jung nuestro desarrollo psicológico no puede separarse ni de nuestro entorno cercano, ni de nuestras raíces familiares, universales y cósmicas. Somos una mente individual que forma parte de una mente colectiva. Nos nutrimos tanto de los sucesos y aspectos externos que vivimos como de todo aquello que no hemos vivido. Tenemos una conexión profunda con todas las generaciones que nos han precedido y estamos influenciados por ritos y mitos de los pueblos primitivos. En estos Jung reconoce arquetipos que no son sino esquemas de comportamiento que se repiten desde nuestro mismo origen y que siguen teniendo eco en nuestros días.
«A pesar de que somos hombres de nuestra propia vida personal somos también, por otra parte, en gran medida, representantes, víctimas y promotores de un espíritu colectivo, cuya vida equivale a siglos. «
Como creamos la sombra
Todos estos aspectos heredados confluyen y se integran en una mente individual que ve y experimenta la vida también desde un prisma especial y nico. Cuando nacemos, lo que vivimos durante nuestra infancia y adolescencia conforma una historia vital, ante ella desarrollamos mecanismos internos de aceptación o rechazo. Así vamos incorporando u ocultando, eventos, sucesos y aspectos psicológicos que no nos gustan. Es así como aparece la sombra. Una creación inconsciente que nos acompaña siempre. En tanto que algo oculto, su presencia existe, crece y tiene influencia en nuestra psique de manera profunda.
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En contraposición al concepto de la sombra estaría el de la máscara que son los aspectos positivos que queremos reforzar y con los que queremos identificarnos en exclusiva. Otra creación ficcionada que no corresponde con la realidad de nuestro ser esencial.
Integrar la sombra
Para conseguir estar felices en nuestra piel debemos integrar todos los aspectos, hacernos conscientes, dejar de correr hacia algo externo y mirar hacia dentro y observar sin prejuicios lo que vemos. Lo que nos da miedo, lo que nos hace sentir profundamente, lo que nos enfada, lo que nos decimos a nosotros mismos en nuestro diálogo interior. Cada aspecto oculto hecho consciente es lo que crea realmente alquimia en nuestra vida.
Son numerosos los métodos que están a nuestra disposición que en esencia se centran en la observacin constante y pacífica, sin juicios de nuestra vida interior, de nuestros pensamientos y nuestras emociones. Caminar hacia dentro, sobre todo, parece ser la ruta esencial por la que todo ser humano antes o después debe transitar.
Nuestra sociedad en constante actividad no deja si no de incitarnos a buscar siempre fuera las respuestas. Quizá en nuestro desarrollo personal hay muchas menos cosas que hacer hacia fuera y sólo grandes acciones que realizar desde dentro. De manera sencilla, con ligereza y simplicidad. En lo profundo de nuestra intimidad con nuestra mente como herramienta y nuestro corazón como guía.
Carl Jung
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